miércoles, 27 de febrero de 2008

Pronunciamiento sobre la Noticia del 25 de Febrero de 2008

UNIÓN DE MÉDICOS INDÍGENAS YAGECEROS DE LA AMAZONIA COLOMBIANA
- UMIYAC -


El pasado 25 de febrero los medios emitieron la noticia de la pérdida de una vida humana en una ceremonia de Yagé. Por esta los informativos han puesto en tela de juicio nuestra medicina tradicional. Queremos ejercer nuestro derecho a la palabra y defender nuestra planta sagrada:

Nuestra tradición del yagé ha sido nuestro principal medio de resistencia a todos los procesos de aculturación y transformación a los que nos hemos visto expuestos, el yagé nos ha permitido mantenernos cohesionados como pueblos desde tiempos inmemoriales.

De acuerdo con el pensamiento de nuestros mayores, el yagé, nuestra planta sagrada, es un regalo de Dios y con él aprendemos nuestra sabiduría, conocemos las plantas medicinales, los remedios que nos ofrece la naturaleza y podemos contactarnos con el mundo espiritual para dialogar con él.

Nuestra medicina no ha sido un invento para engañar a la gente, como algunas personas se han atrevido a decir, por el contrario, ha sido puesta al servicio de la humanidad para compartir nuestros conocimientos y ayudar al alivio de los males físicos y espirituales.

Como portadores del conocimiento ancestral de las plantas medicinales, los médicos tradicionales indígenas desde el momento que iniciamos nuestro proceso de formación y conocimiento de la medicina, hacemos un juramento, en el que prometemos respetar y defender la vida, por lo que nunca podemos usar nuestra sabiduría para atentar contra la vida o la salud de un ser humano.

Entendemos que algunas personas no entiendan la dinámica de nuestra medicina y que nuestros rituales de curación parezcan extraños, y lo entendemos porque para nosotros también ha sido difícil entender la dinámica de situaciones ajenas a nuestro entorno, pero eso no nos da derecho en ningún momento a menospreciar el valor que ello puede contener, ni tampoco nos da el derecho de juzgar al otro sin conocerlo; por ésta razón exigimos respeto por nuestra medicina tradicional y en especial por nuestra tradición milenaria del yagé, que es una verdadera planta medicinal.

Aunque es lamentable, no podemos desconocer que el yagé también ha sido objeto de malos usos por parte de indígenas y no indígenas que han visto en él una buena fuente de ingresos y han desviado su significado, quitándole su connotación de planta sagrada y utilizándolo como simple elemento de comercialización. Sin embargo esta situación no puede generalizarse y hacer responsables a todos los médicos tradicionales que utilizamos el yagé en el sentido correcto.

Finalmente, queremos sugerir a todas personas que quieran hacer uso de nuestra medicina, que se aseguren estar en frente de un verdadero médico tradicional indígena, de un taita reconocido por sus comunidades.

Así mismo, solicitamos a las autoridades tradicionales, organizaciones indígenas y autoridades competentes que se pronuncien, investiguen e impartan justicia sobre los hechos ocurridos.

Pensamos que no se puede optar por el silencio frente a un hecho de tanta gravedad.

UMIYAC

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